QUILMES Atlético Club

Son las 6 de la tarde, en el hall de la Sede Social pasan chicos y jóvenes que practican distintos deportes, actividades y, en temporada, los que van a la colonia de vacaciones. Mientras, Eusebio Moyano espera sentado en los bancos que allí se ubican. Pocos lo reconocen. Quizás como a la mayoría de los deportistas amateurs, está acostumbrado a viajar en el bondi sin nadie le pida una foto, un autógrafo o un simple murmullo que indique su presencia.

“No está bien que hable de mí, pero creo que están apoyando a alguien que entrena a full y que es uno de los mejores”, cuenta Eusebio, con una sonrisa de por medio, en referencia a su arribo en el Quilmes Atlético Club y aclara que “acá se respira deporte y además, hay gente que conozco porque todos somos de Quilmes”.   

-¿Cómo fue tu incorporación al club?

- El año pasado, cuando se hizo la carrera de los 129 años, no estaba en mis planes correrla, pero sentí que debía hacerlo porque era en Quilmes y yo soy de Quilmes, aparte me iba a hacer bien, ya que no corría hace mucho. Me decidí un día antes, me presenté y la pude ganar. Luego hablé con la gente del club, les propuse que me gustaría representar a Quilmes y hace unas semanas atrás me llamaron para reunirnos. Hoy estoy aquí, vengo dos o tres veces al gimnasio y espero seguir por el mismo camino por el que vengo.  

El atleta, de 31 años, comenzó a su carrera deportiva  a los 8 cuando se realizaban los torneos interescolares donde tenía que hacer algún deporte y eligió correr. Fue en ese momento que pensó que el sólo hecho de correr no se le presentaba ninguna dificultad, ya que era más rápido que sus compañeros. Después de un tiempo, se terminaron los torneos y, en consecuencia, las carreras. “Fue ahí donde me dedique a la música donde tocaba la batería, después aprendí a tocar el piano y el bajo. Estuve en muchas bandas y hasta compuse muchas canciones”.

En 2008, mientras observaba los Juegos Olímpicos de Pekín, Eusebio Moyano recordó que de chico corría y era bueno. Viendo el televisor se dijo así mismo: “Y pensar que yo hacía eso”. Ese año, tras tanto tiempo de un parate, volvió a retomar las carreras. “Fui al Polideportivo de Quilmes y hablé con el entrenador de atletismo para empezar a correr. Sabía que podía ser alguien en este deporte y de hecho no me equivoqué a pesar de la edad”.

-¿Cuál es la expectativa en esta nueva etapa?

- Es seguir evolucionando y mejorando todo lo que pueda con entrenamientos.  Vamos a ver si este año me lanzo a los 21 Kilómetros e ir por más. Una de las metas es llegar a los Juegos Olímpicos dentro de 4 años, sé que es muy difícil y un camino muy largo, pero de a poco pienso subir el rendimiento. A la gente de Quilmes le dije eso, ese es mi sueño.

“El atletismo es un deporte muy exigente en el alto rendimiento. Aunque llueva, haga frío o calor tengo que entrenar porque el día que el de al lado me supere voy a decir ¿por qué me gano? Y será porque él salió bajo la lluvia y yo no”, explica el atleta quilmeño que ha ganado muchas carreras, se ha subido a podios en diferentes puntos del país como en Córdoba, Entre Ríos y Chubut, le han hecho notas periodísticas y hasta es motivo de admiración. En 2015, fue  campeón en la Copa de Clubes y pasó a estar entre los 10 mejores del país.

Tras obtener el primer puesto en la carrera de los 129 años del Quilmes Atlético Club con una marca de 34’ 28’’ entre 291 competidores, Moyano cuenta la anécdota, con la emoción en sus palabras, que tuvo al final del evento: “Un chico se me acercó y me dijo que en el atletismo era su ídolo y, entonces, le regalé el trofeo. Son momentos que te estimulan para seguir creciendo. Soy una persona común, pero quizás el tipo te ve como un extraterrestre o algo así”.

-Con ese sacrificio ¿Qué es lo que busca un atleta?

-Ganar. Si vos querés ser campeón, tenés que ganar. Yo corro para ser el mejor y soy feliz superándome a mí mismo. Lograr un trofeo aunque sea chico no me importa porque sé que me lo gané por mis propios medios y es mío. Es por eso que esto es muy sacrificado y no lo hago por la plata, es mi sueño y es a donde quiero llegar.